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El líquido de frenos es el responsable directo de que un vehículo pueda detenerse.
De ahí que revisar y cambiar el líquido de frenos sea fundamental para evitar fallos en la frenada y garantizar la seguridad de los ocupantes del automóvil.
Hacerlo a tiempo previene averías y protege otros componentes tanto en vehículos de combustión interna como en eléctricos, por lo que en este artículo vamos a ver cómo es el procedimiento de cambio en ambos tipos de vehículos.
Antes, profundizaremos en los síntomas de falta de líquido de frenos y resolveremos las dudas acerca de cuándo debe cambiarse.
¿Para qué sirve el líquido de frenos?
Si te has preguntado alguna vez para qué sirve el líquido de frenos, debes saber que es el encargado de transmitir la presión ejercida en el pedal de freno hasta las pinzas o zapatas; esto es lo que va a hacer que el vehículo se detenga.
Además, mantiene la integridad del circuito hidráulico evitando la entrada de aire o humedad, lubrica los componentes internos y ayuda a disipar el calor generado durante la frenada, factores que reducen la eficacia del frenado.
En definitiva: el líquido de frenos es indispensable para que la conducción sea segura y no se produzcan accidentes.
Síntomas de falta o deterioro del líquido de frenos
Para no poner en riesgo tu seguridad, existen varios síntomas de falta de líquido de frenos que debes tener presentes:
- Pedal de freno blando o esponjoso: si ha perdido su firmeza al pisarlo.
- Frenada desigual: si el vehículo no frena de manera uniforme o tiende a desviarse hacia un lado.
- Aumento de la distancia de frenado: si el coche tarda más en detenerse.
- Testigos luminosos en el tablero: muchos vehículos modernos alertan sobre bajo nivel o problemas en el sistema de frenos.
- Color oscuro o turbio del líquido: si está marrón, es una clara indicación de que está sucio o caducado. El líquido debe ser transparente y de tono ámbar.
- Vibraciones o ruidos al frenar: son una señal de que el líquido ha perdido propiedades o hay burbujas en el sistema.
Inclinación del vehículo al frenar: puede indicar presión desigual por deterioro del líquido o desgaste de componentes.
Estos indicios te ayudan a saber si falta líquido de frenos y a prevenir la pérdida de capacidad de frenado y sus riesgos.
¿Cada cuánto se debe cambiar el líquido de frenos?
Una duda común es a cuántos kilómetros se cambia el líquido de frenos. La mayoría de fabricantes recomienda cambiar el líquido de frenos cada dos años o entre 40.000 y 60.000 kilómetros, lo que ocurra antes.
Cómo comprobar el líquido de frenos
Para comprobar el líquido de frenos, localiza el depósito en el compartimento del motor y verifica que el nivel esté entre los indicadores «Min» y «Max».
Observa el color: si es oscuro, es momento de cambiarlo. Para un diagnóstico más preciso, utiliza un polímetro o un comprobador específico para medir la humedad en el líquido; si supera el 3%, es necesario sustituirlo.
Consulta nuestra guía detallada sobre cómo comprobar el líquido de frenos para más información.
Cómo cambiar el líquido de frenos en un vehículo de combustión
El cambio del líquido de frenos de un vehículo de combustión es un proceso sencillo, aunque conviene disponer del entorno y de los recursos necesarios:
Estaciona el vehículo en una superficie plana y asegúrate de que el motor esté frío.
Reúne las herramientas necesarias, como una llave para el sangrado, una jeringuilla o una bomba de vacío. Ten a mano un recipiente para recoger el fluido usado y el líquido de frenos adecuado para el vehículo.
Retira el líquido antiguo del depósito con una jeringuilla y rellena con líquido nuevo.
Levanta el vehículo y desmonta las ruedas para acceder a las pinzas de freno.
Conecta el tubo al purgador de la pinza y sumérgelo en el recipiente.
Pide ayuda para bombear el pedal mientras abres el purgador, dejando salir el líquido viejo hasta que salga limpio.
Repite el proceso en cada rueda, siguiendo el orden recomendado por el fabricante (habitualmente de la más alejada a la más cercana al depósito).
Vigila el nivel del depósito y rellena si es necesario.
Cierra los purgadores, monta las ruedas y comprueba el pedal, que debe transmitir firmeza.
Elimina el líquido usado de forma ecológica y limpia cualquier resto en el vehículo.
El proceso suele durar entre 45 y 60 minutos, dependiendo de la experiencia y el equipamiento disponible.
Cómo cambiar el líquido de frenos en un coche eléctrico
El sistema hidráulico en coches eléctricos sigue siendo esencial para frenadas de emergencia y cuando el sistema regenerativo no actúa.
Por eso, un vehículo eléctrico también tiene líquido de frenos y requiere mantenimiento periódico.
Veamos ahora cómo se realizaría el cambio del líquido de freno en un coche eléctrico:
1. Preparación y seguridad
Desconecta la alta tensión siguiendo el protocolo del fabricante, y levanta el vehículo.
Ten en cuenta que la batería de alto voltaje, situada en los bajos del coche, puede dificultar el acceso con elevadores convencionales.
Por ello, se recomienda utilizar elevadores portátiles eléctricos o hidráulicos de baja altura, diseñados para adaptarse a los puntos de apoyo específicos de vehículos eléctricos.
Una vez elevado de forma segura, retira las cubiertas necesarias para acceder al depósito de líquido de frenos.
2. Extracción y rellenado
Saca el líquido antiguo del depósito con una jeringuilla y rellena con líquido nuevo. Es muy importante que sea el recomendado para vehículos eléctricos (por ejemplo, DOT 5.1 EV, que ofrece mayor protección anticorrosión y baja conductividad).
3. Purgado del sistema
Utiliza un purgador a presión y un equipo de diagnóstico, como los de Delphi, para activar el procedimiento de purga.
Puedes seguir el orden de ruedas que indique la herramienta siempre que el fabricante del automóvil no indique un orden y duración de purga concretos.
Repite el proceso en cada pinza (en vehículos con pinzas de doble circuito, purga primero el exterior y luego el interior).
4. Finalización y comprobaciones
Ajusta el nivel del líquido hasta el máximo recomendado y bombea el pedal de freno para asentar el sistema. Verifica que el pedal esté firme, vuelve a montar las cubiertas y asegúrate de que todo quede limpio.
Aquí te mostramos cómo cambiar el líquido de frenos de un Tesla.
Errores comunes al revisar o cambiar el líquido de frenos
Al revisar o cambiar el líquido de frenos suelen cometerse algunos errores:
- Usar el líquido equivocado: utilizar el tipo incorrecto puede dañar componentes y reducir la eficacia del sistema. Consulta el manual del vehículo o la tapa del depósito para saber qué líquido de frenos lleva tu coche.
- No purgar correctamente: dejar aire en el sistema provoca pérdida de presión y sensación de pedal blando. Utiliza un purgador adecuado y sigue el orden recomendado.
- No respetar los intervalos de cambio: el líquido envejecido pierde propiedades. Aunque no percibas síntomas, es mejor reemplazarlos para evitar deterioros internos invisibles.
- Descuidar la limpieza: el líquido es corrosivo y puede dañar la pintura, componentes eléctricos y gomas si entra en contacto con ellos. Limpia cualquier derrame de inmediato.
- No comprobar fugas o el nivel tras el cambio: un nivel bajo tras la operación puede indicar fugas o problemas en el sistema. Realiza una inspección visual completa del circuito y verifica el nivel del depósito después de la intervención
Preguntas frecuentes sobre el líquido de frenos
A continuación, resolvemos algunas de las dudas más habituales sobre el líquido de frenos:
Cómo saber qué líquido de frenos lleva tu coche
Consulta la tapa del depósito o el manual del fabricante. El tipo (DOT 3, DOT 4, DOT 5.1, etc.) suele estar indicado claramente.
¿Qué pasa si el líquido de frenos está bajo?
Un nivel bajo puede indicar desgaste de pastillas o una fuga. Revisa el sistema de inmediato y no rellenes sin identificar la causa.
¿Se puede mezclar líquidos DOT diferentes?
No, ya que tienen propiedades diferentes. Usa siempre el tipo especificado para tu vehículo.
¿Qué pasa si se usa el líquido equivocado?
El uso de un líquido inadecuado puede dañar juntas, manguitos y reducir el punto de ebullición, comprometiendo la seguridad.
¿Cuánto cuesta un cambio de líquido de frenos?
El precio varía según el taller y el tipo de vehículo, pero suele oscilar entre 40 y 80 euros, incluyendo mano de obra y material.
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